Un revuelto es una receta que resulta fundamental dominar. Es un plato de los que llamo “vacianeveras”, ya que admite muchísimos ingredientes y gusta a todo el mundo.
Aquí te cuento la base de su preparación, con algún truco.
Generalmente lo hago con champiñón pero puedes poner morcilla o longaniza o trigueros, gambas y ajos tiernos, etc.
Consejos para llegar a la excelencia
- Saca los huevos de la nevera un rato antes.
- Pon abundante cebolla en el sofrito.
- Añade un chorrito de leche a los huevos batidos y un puñado de queso en polvo.
- En cuanto viertas los huevos batidos en la sartén apaga el fuego para que cuajen con el calor que guarda la sartén y no dejes de remover con una cuchara de madera. Verás la diferencia.
Ingredientes (2 personas)
- 4 Huevos
- 1 cebolla mediana
- 1 pimiento verde
- Media bandeja de champiñón laminado
- Un chorro de leche
- Queso en polvo
- Sal y pimienta negra molida.
- Nuez moscada (opcional)
Preparación
(10 minutos – dificultad baja)
El sofrito:
Trocea la cebolla y el pimiento verde muy menudo.
Pon una sartén grande a fuego medio con un buen chorro de aceite.
Cuando el aceite esté caliente echa la cebolla y el pimiento verde y saltéalos. Ponles sal y pimienta negra molida (la nuez moscada le va muy bien también). Sofríelo a fuego medio hasta que empiecen a estar transparentes.
Incorpora el champiñón laminado, cortando con tijera los trozos demasiado grandes. Pon un poco mas de sal.
En lugar de champiñón puedes poner morcilla o gambas y espárragos trigueros o longaniza o chistorra o arriesgarte a probar con lo que tengas en la nevera. (Si te sale bueno nos lo cuentas en un comentario en el blog)
Esta receta te permite preparar el sofrito con tiempo y hacer los huevos justo antes de servirlo.
Los huevos:
En un bol mediano rompe los huevos y bátelos muy bien con un tenedor. Añádeles sal, una cucharada sopera de queso en polvo y un chorro de leche. Con la leche conseguirás que el huevo quede mas esponjoso.
Emplatar
Cuando ya esté hecho el sofrito vuelve a remover los huevos y viértelos sobre la sarten.
Apaga el fuego y remueve mucho la mezcla con un cuchara de madera evitando que el huevo cuajado se pegue en el fondo de la sartén. Mi consejo es que los hagas poco, ya que si no se secan mucho.
Puedes rociarlos con más queso en polvo y añadir algo mas de pimienta negra molida. Acompañarlos de pan tostado le da categoría al plato y añade el elemento crujiente.
