Un producto universal como las patatas, es un valor seguro.
La combinación de cebolla, bacon y leche produce un resultado muy agradable, rematado por un espectacular gratinado.
Consejos para llegar a la excelencia
- Procura a toda costa que no se te queme, ni el sofrito ni durante el gratinado.
- Elije unas patatas para guisar.
- No hagas corto con la leche, saldrá muy seco.
- No te pases con la nuez moscada.
Ingredientes (4 personas)
- Patatas para guisar (2 grandes ó 3 medianas ó 4 pequeñas)
- Una cebolla grande
- Bacon (200 grs.)
- Leche
- Dos dientes de ajo
- Nata líquida para cocinar (250 ml.)
- Docena de anchoas
- Nuez moscada
- Aceite
- Sal y pimienta
Preparación
(50 minutos – dificultad media)
Lava y pela las patatas. Córtalas a rodajas ni muy finas ni muy gordas.
Coloca un sartén muy grande o un wok a fuego medio, con el fondo cubierto de aceite. (Yo últimamente uso este tan majo, que me regaló mi mujer)
Mientras se calienta, trocea la cebolla muy menuda.
Pon la cebolla a freír. Añade sal y pimienta.
Mientras se fríe, trocea el bacon. Un consejo: sin separar las lonchas de bacon, dales dos o tres cortes a la largo, y a continuación las troceas todas a la vez. (ver foto).
Cuando la cebolla empiece a ponerse transparente, añade el bacon. Ten en cuenta que el bacon aporta sal y grasa al sofrito. Añade un poco de aceite para que no se te queme.
Ya verás que el calor y unas vueltas con la cuchará separan los trozos en seguida.
Cuando el sofrito esté casi listo añade las anchoas enteras y déjalas un par de minutos mas. Se desharán.
Ralla nuez moscada al gusto (la combinación patatas y nuez moscada es una de las fundamentales en cocina).
Ahora incorpora todas las patatas en rodajas. Añade sal.
Incorpora la nata líquida y cúbrelo todo con leche.
Tienen que hervir 30 minutos.
Este rato lo puedes aprovechar para preparar algún aperitivo o entrante.
Enciende el horno en modo grill a 220 grados unos 15 minutos antes.
Cuando las patas estén cocidas vierte toda la mezcla en una bandeja de horno y cubre las patatas con abundante queso rallado.
Gratina las patatas. El tiempo depende de cada horno, por lo que deberás prestar atención para que no se quemen.
Emplatar
Las recetas gratinadas al horno suelen quedar muy bien en la propia bandeja de horno, por lo que puedes sacarla directamente a la mesa y servirla allí.
Siempre puedes alargar el proceso creando mas atención sobre le plato enseñando la bandeja de horno y retirándola de nuevo a la cocina para servir raciones individuales.
Puedes hacerte con unas tarteras de barro o unas fuentes individuales para servir las raciones.
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